lunes, 18 de octubre de 2010

El IFE y el sello de Salinas

Álvaro Delgado/PROCESO

MÉXICO, DF, 18 de octubre (apro).- Fue la tarde del 7 de febrero de 2008, en el hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México, cuando Manlio Fabio Beltrones, previa consulta con Carlos Salinas, emitió el dictamen: Leonardo Valdés Zurita sería el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE).

“Gracias, senador”, respondió Valdés, según testigos del arreglo personal con Beltrones, quien enseguida se comunicó con sus operadores en la Cámara de Diputados para transmitirles que ya había “dispuesto” al sucesor de Luis Carlos Ugalde en la presidencia del IFE, en ese momento interinamente encabezado por Andrés Albo, amigo de bohemias de Felipe Calderón desde principios de los noventa.

Valdés había logrado convencer al coordinador de la bancada perredista, Javier González Garza, de proponerlo como aspirante a presidir el IFE sólo por haber sido militante del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) de Heberto Castillo, y Beltrones capitalizó astutamente esa torpeza para tener un consejero más a su causa, aunque con un barniz de “izquierda”, para usarlo en los momentos clave.

Las elecciones presidenciales de 2012, por ejemplo.

No es casual, por ello, que Salinas haya sido el invitado principal en las fiestas del 20 aniversario del IFE, cuya disertación tuvo como marco el patio central del Palacio de Minería, con burócratas del IFE, algunos estudiantes y periodistas como oyentes.

La justificación para esa presencia de Salinas fue que él creó esa institución, pero también se trata de un mensaje: El IFE nació sometido al gobierno de ese personaje y, 16 años después de irse del país por el repudio popular, retoma el control para la reconquista del poder presidencial a trasmano.

Esa trama está en curso ahora en la Cámara de Diputados, donde a la Comisión de Gobernación que preside el panista Javier Corral le corresponderá montar la escenografía para que más de cien aspirantes diserten sobre la autonomía del órgano electoral, pero la decisión de nombrar a los tres nuevos consejeros –que organizarán las elecciones federales de 2012 y 2018-- se tomará en otra parte.

Y Salinas está operando para ello.

Hay que recordar que el retroceso del IFE se produjo en 2003, cuando Elba Esther Gordillo y Calderón se repartieron los consejeros, encabezados por Ugalde, que supo unir a los intereses de la cacique magisterial y del panista.

Teresa González-Luna Corvera, Alejandra Latapí, Rodrigo Morales, Arturo Sánchez Gutiérrez y Andrés Albo eran claramente propanistas, mientras que Lourdes López Flores, Virgilio Andrade Martínez, Marco Antonio Gómez Alcantar y Ugalde respondían a los intereses de PRI de entonces.

Con la ruptura de Gordillo con el PRI, Ugalde se sumó en un momento clave a los panistas y proclamó, ilegal e inmoralmente, el falso triunfo de Calderón en 2006, lo que inició la remoción escalonada de los consejeros que sólo ha beneficiado al PRI.

En efecto, del equilibrio con tendencias propanistas en 2003 --gracias a que se excluyó de la negociación a las organizaciones civiles--, se pasó en 2008 a dos bloques más cargados al PRI.

La facción propanista está integrada por Arturo Sánchez Gutiérrez, Benito Nacif –por cierto amigo íntimo de Ugalde-- y María Macarita Elizondo, mientras que forman la facción propriista Marco Antonio Baños, Francisco Guerrero, Virgilio Andrade y Marco Antonio Gómez, con Valdés y Alfredo Figueroa en apariencia neutrales.

Con la salida de Sánchez Gutiérrez, el PAN se quedaría sólo con Macarita y Nacif como supuestos alfiles, mientras que el PRI se quedaría con Baños y Guerrero por la salida de Andrade y Gómez, y seguirían Valdés y Figueroa.

Todo apunta a que el PRI, por la fuerza que tiene en la Cámara de Diputados, mantendrá dos consejeros, lo más probable es que el PAN obtenga el otro o lo comparta con el PRD, con lo que la correlación de fuerzas favorable al priismo se mantendrá: Tres contra cuatro o 3 contra 5, si se incluye --como debe hacerse-- a Valdés.

¿Quiénes serán esos dos consejeros propriistas? Es prematuro hablar de nombres, pero tendrán, sin lugar a dudas, el sello de Salinas...



Apuntes



Como no ocurría desde que Calderón utilizó el aparato gubernamental para controlar el PAN e imponer a Germán Martínez y César Nava, y cuando todos los panistas saben que su extrema debilidad obedece a que no hay más cargos que repartir en su agónica y fútil gestión, el tablero sucesorio en ese partido cobra interés. Por ejemplo, para la mala suerte de Francisco Ramírez Acuña, quien de la mano de Santiago Creel se veía como inevitable sucesor de Nava, se inscribirá Roberto Gil Zuarth, pero hay un factor que habrá de hacer la diferencia entre la victoria y la derrota para ambos: Cecilia Romero, la depuesta comisionada del Instituto Nacional de Migración. A los senadores Judith Díaz y Gustavo Madero ya nadie toma en serio… Lo dicho: El coqueteo de Marcelo Ebrard con el PAN ya empezó con su visita, este domingo, al Estado de México. Pero debe saber que Calderón es chueco…

Comentarios: delgado@proceso.com.mx

sábado, 18 de septiembre de 2010

Peña Nieto, dinosaurio con copete

Jenaro Villamil
www.jenarovillamil.wordpress.com

Peña Nieto, dinosaurio con copete
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/83373

MÉXICO, D.F., 14 de septiembre (apro).- Ni todos los spots en medios electrónicos, ni todo el gel y el maquillaje para mantener intacta su figura, ni los besos fotogénicos de La Gaviota en busca de su boda perdida, pueden ocultar el hecho de que el régimen de Enrique Peña Nieto representa lo más arcaico de la vieja cultura priista.

Así se demostró este martes cuando la mayoría de 45 diputados, formada por el PRI, PVEM, Nueva Alianza y Convergencia en el Congreso mexiquense, decidió aprobar una batería de reformas constitucionales que representan un serio retroceso democrático.

La más publicitada de estas reformas es la presentada por el Partido Verde –esa extraña franquicia al mejor postor priista o televisivo-- para eliminar la figura de las candidaturas comunes, para que sólo exista la figura de la coalición electoral; es decir, eliminar la posibilidad de que distintos partidos tengan un solo candidato conservando su propio logotipo.

Es la más publicitada porque tiene una clara dedicatoria hacia el PAN y el PRD que pretenden hacer alianza en el 2011 en el estado de México, aunque no esté muy claro con qué candidato ni bajo qué plataforma.

Sin embargo, la iniciativa del diputado local Adrián Fuentes, a quien se le ve el copete por todos lados, no es la única ni la más grave en la batería de reformas exprés que pretenden mayoritear los diputados de la coalición Peña Nieto.

Junto con esa iniciativa, el Panal –partido que cuenta con seis diputados locales, gracias a ese mecanismo de transferencia de votos de un partido más grande a otro--, presentó modificaciones al órgano técnico de fiscalización del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) para que el organismo responsable de la rendición de cuentas dentro del instituto dependa directamente del gobierno.

La autonomía del IEEM vuelve a ser dinamitada. Algunos recuerdan que en su discurso del décimo aniversario del IEEM, Peña Nieto había advertido que iban por controlar este organismo.

Por su parte, el PRI –que tiene una cómoda mayoría de 39 diputados de un total de 75 en el Congreso local-- presentó otra iniciativa para disminuir el financiamiento público a los partidos, así como reducir los tiempos de campaña y de precampaña, de tal manera que, en lugar de los 72 días actuales, todo se haga en 45 días, mes y medio, tiempo suficiente para quien tenga más dinero privado para financiar spots o encuestas a modo, se imponga, sin necesidad de pasar por debate públicos, mucho menos por comparecencias más largas.

A su vez, Convergencia –partido con tres diputados dominados desde la casa de Gobierno de Toluca-- presentó otra iniciativa de reformas electorales para aumentar el porcentaje de ciudadanos insaculados que pueden integrarse en las mesas de casilla, con lo que se puede garantizar un control corporativo y clientelar en los centros de votación.

Todas y cada una de estas iniciativas, que serán discutidas y aprobadas en menos de 15 días, acompañan el discurso del quinto informe de gobierno de Enrique Peña Nieto. En aquella ocasión, Peña afirmó que las alianzas electorales entre partidos distintos constituyen una amenaza mayor a la delincuencia organizada.

Es claro que sólo hablaba de las alianzas opositoras a su gobierno, no las alianzas que lo llevaron a él al poder y las que ha tejido en torno al PRI, Partido Verde, Panal y Convergencia para mantener un dominio completo del Congreso de su entidad.

El líder de los ocho diputados del PRD en el Congreso mexiquense, Ricardo Moreno, advirtió que esta batería de reformas rompen “el pacto democrático” en el estado de México. Aludía así al pacto que los opositores negociaron al inicio del gobierno de Arturo Montiel, en 1999, para garantizar gobernabilidad en la entidad más poblada del país, a cambio de que el PRI abriera los espacios para una reforma electoral.

Aquel pacto fue negociado por Manuel Cadena, entonces secretario general de Gobierno y uno de los políticos priistas desplazados por los bebesaurios: es decir, los Golden Boys autoritarios del entorno Peña Nieto. Cadena ha quedado marginado dentro de este retroceso que significa la administración peñista.

Los opositores del PAN y del PRD advierten que esta es la primera reforma electoral que no se negocia con los partidos políticos, antes de presentarse, y también una clara contrarreforma que está inspirada más en las propuestas de algunos exasesores de Carlos Salinas, como José Córdoba Montoya, quien insiste que, para gobernar eficazmente, hay que eliminar la proporcionalidad y retornar a las maquinarias de los grandes partidos clientelares.

A Peña Nieto y a sus asesores no los guía sólo el miedo a perder el estado de México en 2011. Los guía una naturaleza profundamente autoritaria. La concentración del poder sin necesidad de pasar por la negociación y la negación misma de la disidencia o de la crítica son características esenciales de esta clase política mexiquense.

Ellos dicen que así se gobierna con eficacia y así se garantiza “orden y progreso”. Como lo hizo Porfirio Díaz hace más de 100 años. Hasta que una revolución social lo desbancó.

Antes de que eso suceda, esta contrarreforma puede llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por ser anticonstitucional y contraria a las reformas de 2007 y 2008, a nivel federal.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El tele-caudillo

http://www.sergioaguayo.org/articulos/2010/Aguayo_El_tele_caudillo_15_09_2010.pdf

Sergio Aguayo/Reforma
15 septiembre 2010.

El tele-caudillo

Si las mayorías sueñan con el líder que salvará a la patria adolorida es porque
Televisa ha inflado a Enrique Peña Nieto y para defenderlo intentan aplastar a
quienes informan sobre la alianza entre empresa y político. Pese al protagonismo
que le asignan las leyes, el Gobierno de Felipe Calderón se ha hecho el
desentendido.
Somos un país contradictorio. Según la Encuesta Mundial de Valores, en 2006,
¡86% de la población! apoyaba un "sistema democrático" que supone la
participación activa de la ciudadanía; en esa misma década 54% aprobaba al
"líder fuerte". Cuán cómodo resulta creer en los hombres providenciales, en los
estadistas que, según Hegel, ponen en "palabras los deseos de su época, le dice a
ésta, cuál es su voluntad y la instrumenta". México ha tenido líderes que se
acercan a esta definición: la grandeza de Miguel Hidalgo, Benito Juárez o Lázaro
Cárdenas, radica en que actuaron pensando en el interés de la nación y de las
mayorías.
Enrique Peña Nieto ya fue elevado a esa categoría y arrasaría si las elecciones se
realizaran el día de hoy. Tiene ese nicho pese a su mediocre desempeño como
gobernante y a su nula vocación democrática (temas que abordaré en columnas
futuras). Su virtuosismo ha estado en lograr fusionar armónicamente los trucos y
mañas de los políticos autoritarios mexicanos con las modernidades tecnológicas
de una empresa, Televisa, capaz de levantar o destruir prestigios bombardeando a
las mayorías con las imágenes transmitidas por la pantalla chica.
La construcción del caudillo ha sido tan exitosa porque hay sed y hambre de
políticos eficaces y por la fragilidad de la cultura ciudadana. En diciembre de
2008, según una encuesta de Reforma, 66% de la población aprobaba el "trabajo
de Felipe Calderón como presidente" por motivos muy poco científicos: "le está
echando ganas", "se preocupa por los problemas de los mexicanos", "al
presidente hay que apoyarlo incondicionalmente", "es una buena persona". Sólo
18% se apegaba a los criterios de una democracia y lo evaluaba por sus
resultados.
El Grupo Reforma ha sido uno de los medios que han documentado la alianza
estratégica entre Peña Nieto y Televisa. Es probable que ese fuera uno de los
motivos tras la decisión de Televisa de lanzar una agresiva campaña contra
Grupo Reforma por publicar anuncios clasificados en los que se ofrece un amplia
variedad de servicios sexuales lo cual, en opinión de la televisora, es una forma
de permitir la participación del crimen organizado. Se trata de acusaciones graves
que requieren una distinción entre la libertad de expresión y la obligación de
transmitir noticias de manera imparcial.
2
Puedo estar en desacuerdo con lo expresado por colegas de Televisa en
programas que, como Tercer Grado, forman parte de la barra de opinión de la
televisora. Sin embargo, es un espacio protegido por la libertad de expresión. Los
noticieros se miden con otra vara. Televisa utiliza un bien público porque recibió
una concesión de la nación a través del ejecutivo. Al aceptar el privilegio
Televisa adquirió el compromiso de respetar leyes y reglamentos en las cuales se
establece que la transmisión de las noticias debe guiarse por la veracidad y la
objetividad.
La ofensiva de los noticieros de Televisa contra el Grupo Reforma es una posible
violación a la concesión porque es profundamente parcial; no menciona, por
ejemplo, que la oferta de servicios sexuales se hace en muchos otros medios,
incluida la misma Televisa. No estamos ante un caso aislado, sino ante la
confirmación de un patrón. Los partidos de futbol están tan repletos de
publicidad que probablemente violan los límites legales, la programación está
saturada con publicidad de productos milagrosos y desdeñan las peticiones de
información de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios,
(Cofepris).
La Secretaría de Gobernación ya debería haber intervenido porque entre sus
funciones está garantizar el respeto de los títulos de concesión. No lo hará puesto
que el panismo tiene la brújula ética hecha trizas. Ni ha llevado al país a la tierra
prometida del Estado de Derecho ni ha construido ciudadanía, y cuando se
recuerda su historia da pena verlos como siervos de Elba Esther Gordillo y de las
televisoras. Sus presidencias han sido figuras de papel maché: brillo artificial en
el exterior, oquedad en las entrañas.
El PRI tampoco tiene contenido. Su obsesión es regresar a Los Pinos y adoran al
tele-caudillo, Peña Nieto, porque es quien garantiza el retorno. Carecen de
proyecto de país y eso los coloca en una paradoja. El fraude electoral de 1910
desencadenó una violenta revolución que puso al PRI en el poder; si ahora
recuperan la presidencia será por los cañonazos de Televisa. Así pues,
celebremos los inicios de la Independencia y la Revolución reconociendo que
pasamos del autoritarismo a las aspiraciones dictatoriales de una televisora y un
caudillo sin haber disfrutado las mieles de la democracia.

martes, 13 de julio de 2010

Atenco: justicia a medias

Atenco: justicia a medias

Detrás de la Noticia | Ricardo Rocha

Perdón, pero como diría el bohemio de mis años mozos “siento por esta vez no complaceros”. Y es que la lógica más elemental impone seguir hablando del 4 de julio y sus consecuencias. Pero, la verdad, creo que no podemos permitir que los fulgores del superdomingo nos obnubilen la decisión histórica de la Suprema Corte de Justicia al liberar a los doce presos políticos de Atenco. Que eso y no otra cosa eran los líderes de un pueblo que se negó a morir, a desaparecer con la construcción de un aeropuerto que era también el gran negocio de un foxismo corrupto y matrero, aliado con el impresentable gobernador priísta que fue el ínclito Arturo Montiel.

Viví y croniqué aquella rebeldía y también la gestación de una venganza heredada, prolongada y encarnada en el heredero montielista Enrique Peña Nieto. Un desquite feroz que tuvo una jornada vergonzante en aquel 3 de mayo de 2006 cuando, con la venia y el apoyo logístico del gobierno federal, las huestes del entonces recién estrenado gobernador del Estado de México embistieron ferozmente contra Atenco y sus habitantes: a cientos de ellos los persiguieron y los golpearon hasta hartarse; en la bárbara represión mataron de un balazo a Javier Cortés Santiago de 14 años de edad; luego de una detención masiva violaron a decenas de mujeres camino a la cárcel. Y la revancha se prolongó con nueve de los de Atenco en el penal de Santiaguito y sus tres principales dirigentes condenados a 67 años de cárcel, Felipe Álvarez y Héctor Galindo, y hasta a 112 años de prisión a Ignacio del Valle; sentencias que entonces le parecieron benévolas al aspaventoso y copetudo góber.

Ahora la Corte ha concluido no sólo que se cometió una grave injusticia al criminalizar la protesta social incluyendo aberraciones como considerar agravante la sola pertenencia al Frente de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra. Sino que además el gobierno mexiquense y sus cómplices judiciales alteraron, manipularon e inventaron pruebas en un proceso ipso facto y al gusto del que paga y manda. Además de que, por supuesto, nadie movió un dedo para castigar los abusos de quienes golpearon, violaron y mataron a pesar de las numerosas denuncias nacionales e internacionales.

Por eso la lucha de Atenco no ha terminado ni debe de terminar. Así que ahora más que nunca hay que reclamar una justicia plena y ya no más a medias. Porque ya no es posible que en este país los poderosos tengan patente de corso para reprimir, violar, asesinar y encarcelar y que no les pase absolutamente nada. Como si el matar o el robarles parte de su vida a los ciudadanos de a pie fuera un derecho abusivo.

No basta con que el arrogante gobernador haya dicho frases tan huecas como que él no es juez, ni que su único objetivo fue mantener la paz social. Ni que no haya tenido el valor civil de ofrecer una disculpa pública. Peña Nieto y sus cómplices tienen que responder por sus crímenes. Por eso Atenco vive y la lucha sigue y sigue

jueves, 24 de junio de 2010

Peña Nieto: La imagen del Grupo Atlacomulco

Denise Dresser

El copete acicalado. La sonrisa diamantina. La novia famosa.. El Gobierno dadivoso. La publicidad omnipresente. La pantalla alquilada. La alianza del guapo y los corruptos. Los componentes centrales del modelo de competencia política que el PRI construye y con el cual logra ganar. Los ingredientes fundamentales de la estrategia que el PRI despliega y con la cual logra arrasar.

Una ecuación cuidada, perfectamente planeada: cara bonita + dinero + televisoras + publicidad + PRI dinosáurico = triunfo electoral. Una fórmula concebida en el Estado de México y ahora instrumentada exitosamente a nivel nacional. Una fórmula patentada por los artífices de la "experiencia probada", en busca de algo que puedan vender como "nueva actitud". El modelo bombón. El modelo "Golden Boy". El modelo Peña Nieto.

Con resultados a la vista y confirmados en esta elección. Distrito tras Distrito, Presidencia municipal tras Presidencia municipal, Diputación tras Diputación, Estado tras Estado. Corredores azules que se vuelven tricolores; bastiones panistas que pasan a manos priistas; territorios del PRD que dejan de serlo. Guadalajara y Zapopan, Cuernavaca,Toluca y Ecatepec, Tlalnepantla, Atizapán y Naucalpan. Tan sólo en el Estado de México, el triunfo en 40 de 45 distritos electorales.

El PRI, beneficiario del voto de castigo por una economía que se contrae más del 7 por ciento. El PRI, beneficiario de la inseguridad que la popularidad presidencial no logra remediar. El PRI, beneficiario de un PRD que se devora a sí mismo y un PAN que se traiciona a sí mismo. Pero más importante aún, el PRI beneficiario de la mejor inversión que ha hecho en tiempos recientes: la campaña publicitaria permanente que lleva a miles de mujeres a exclamar -en mítines de campaña- "Peña Nieto bombón, te quiero en mi colchón".

El "Astro Boy de Atlacomulco", una criatura concebida por la dinastía política más importante del País que ahora busca dominarlo de nuevo. El político Potemkin, producto de un entramado de intereses políticos y empresariales que combina la modernidad mediática para llegar al poder, con los viejos métodos para ejercerlo.

El mexiquense metrosexual construido con carretadas de dinero: por lo menos 3 mil 500 millones de pesos en cuatro años de autopromoción mediática descritos por Jenaro Villamil en su nuevo libro "Si yo fuera presidente: el reality show de Peña Nieto". El posible candidato presidencial, seleccionado, asesorado y adiestrado por personajes como Arturo Montiel y Alfredo del Mazo y Carlos Salinas de Gortari y ejecutivos de Televisa y muchas manos más que peinan el copete. Venden el producto. Posicionan la marca.

Enrique Peña Nieto, emulando a diario la estrategia salinista basada en la inauguración de grandes obras y el cumplimiento de pequeños compromisos. Promocionando a diario la lista de libramientos construidos, tractores regalados, apoyos económicos entregados.

Ejemplo de lo que Octavio Paz llamó el "Ogro Filantrópico"; ese Estado que no construye ciudadanos, sino perpetúa clientelas. Millones de mexicanos educados para vivir con la mano extendida, parados en la cola, esperando la próxima dádiva del próximo político. Como los 9 mil que se aprestaron a celebrar el cumpleaños de Mario Marín hace unos días y los 200 que hicieron cola para abrazarlo. Como aquellos para quienes la corrupción se vale cuando es compartida. Como aquellos que volvieron a votar por el PRI en el Estado de México, a pesar de las marrullerías de Arturo Montiel y las marometas llevadas a cabo por su sucesor para encubrirlo.

Enrique Peña Nieto, actor de un espectáculo continuo, perfectamente producido, escenificado y actuado en la pantalla más grande del País. El candidato de "El Canal de las Estrellas" que hasta novia le consiguió. El candidato que las televisoras hacen suyo y se encargan de edificar. Con promoción política disfrazada de infomercial; con paquetes publicitarios que incluyen la compra de entrevistas en los principales noticieros; con la cobertura de un romance que recibe más atención que la guerra contra el narcotráfico; con el silencio televisivo que se guarda sobre el caso de Atenco o los feminicidios en el Estado de México o cualquier tema controvertido que podría evidenciar las fauces del joven dinosaurio.

Hay un Plan de Trabajo que Televisa ha puesto en marcha y cuyas instrucciones Peña Nieto sigue al pie de la letra: te doy la pantalla desde la cual propulsarte y me das una Presidencia a la medida de mis intereses. Un trueque permanente de favores, dinero, gestión política a cambio de impunidad y promoción mediática.

Como advierte Julio Scherer García, la fórmula Peña Nieto es sencilla: comprar el tiempo en la televisión, corromper y corromper, mentir y mentir, aprender que a los aprendices se les puede y debe aprovechar. Todo para apoyar al joven muñeco, atractivo por su presencia física, a costa de la inteligencia y la pulcritud moral. Todo para que el poder regrese a las manos de la mafia. Todo para que el PRI vuelva a Los Pinos.

jueves, 17 de junio de 2010

Peña Nieto: juego de sombras

Peña Nieto: juego de sombras

Por: Alberto Raúl Macías.
http://www.mirada-regional.com/html/pena_juego.html

Enrique Peña Nieto despliega un notorio esfuerzo por proyectar una imagen de gran político. Desarrolla una campaña para alcanzar la candidatura priísta a la presidencia de la república que es cada vez más abierta.

Su trayectoria hasta antes de ser gobernador del Estado de México era, por decir lo menos, limitada y de muy discretos alcances. Saltó a los primeros niveles del mundo político mexiquense cuando el ex gobernador Arturo Montiel, su tío y miembro destacado del grupo Atlacomulco, lo nombró su secretario de finanzas. Tras ese entrenamiento en las altas esferas de la burocracia estatal, Peña Nieto fue llevado por el propio Montiel a una diputación local, desde la cual fue tejiendo, en seguimiento de la voluntad y los planes de su tío, los amarres necesarios para convertirse en gobernador.

Su paso por la gubernatura del estado ha confirmado la línea política que, en general, ha sido impuesta desde Toluca en toda la entidad: unas pocas zonas con desarrollo y mucho olvido para el resto del estado.

Al inaugurar el Segundo Foro de Reflexión Compromiso por México, Peña Nieto dijo que nuestro país necesita una reforma económica que garantice el crecimiento sostenido, pero, aclaró, para lograrlo se requieren decisiones políticas del más alto nivel y con el mayor consenso posible.

El gobernador criticó el bajo desempeño de la economía durante los gobiernos panistas ("la última década") que ha colocado a México entre las 20 naciones con mayor desigualdad del mundo. Utilizando con marcada intencionalidad las palabras que integraron su discurso postuló la necesidad del consenso para lograr el crecimiento con equidad "en las siguientes décadas". Precandidato, como ya se asume abiertamente a partir de este discurso, aconseja explícitamente lo que se debe hacer "para abrir ventanas de oportunidad y desarrollo para todos".

Habló de la generación de riqueza y su distribución como única vía para abatir la pobreza y la marginación que "lamentablemente siguen lacerando a nuestro país".
Aconsejó contener el gasto corriente para fortalecer el gasto público en inversión, eliminar los sub ejercicios presupuestales y fomentar la inversión privada, sobre todo en infraestructura, y habló de reformar "de manera decidida las instituciones públicas". Lamentó que nuestro “pobre desempeño económico lleve a que en la década reciente, en promedio, cada año 220 mil mexicanos busquen mejores horizontes de vida fuera de nuestras fronteras”.

Ante un auditorio conformado por representantes de los poderes del Estado, diputados locales y federales, senadores de la república, presidentes municipales, empresarios, servidores públicos y dos premios Nobel de Economía, Peña Nieto asumió un papel con el que, deliberadamente, busca proyectar la imagen de hombre bueno que mira por las siguientes generaciones y no sólo la de un político con las mezquinas e inmediatas motivaciones de lo electoral.

Por su parte, el ex gobernador César Camacho Quiroz, coordinador de estos Foros, postuló en entrevista que es necesario contar con un gobierno inteligente con el respaldo de los sectores social y privado para generar la riqueza y distribuirla debidamente; que sea conocedor del mercado, mas no sumiso al mismo; respetuoso de la libertad, aunque comprometido con el bienestar general; cobijado por un sistema jurídico y de justicia que permita la confianza mutua y genere certeza…”.

Por su parte, los premios Nobel, Paul Krugman y Eric Maskin, señalaron que el principal problema económico en nuestro país es la desigualdad en la distribución de la riqueza. Destacaron el contraste que se establece al ser México uno de los primeros países que logró importantes acuerdos comerciales con las potencias económicas del hemisferio occidental, y el hecho de que no haya mejorado, sino empeorado la calidad de vida de los mexicanos.

Krugman evitó la palabra fracaso: " a México le falta mucho para convertirse en una historia de éxito”. Maskin, atribuyó a la desigualdad en la distribución de la riqueza la inestabilidad económica y denunció: " Los salarios de los trabajadores bajaron como resultado de aquel acuerdo comercial [el Tratado de Libre Comercio de América del Norte]”.


Llama la atención la manera directa en que se expresan los dos distinguidos economistas y el lamentable contraste que se forma con las vueltas que Peña Nieto le da al tema, para no tener que asumir que esta decena de fracasos económicos es, en rigor, la deliberada continuación del ciclo de gobiernos saqueadores encabezados por su partido, iniciado por Miguel de la Madrid en 1982, aunque liderado por Carlos Salinas ya desde el gobierno de su antecesor, y hasta la fecha.

Todas las graves fallas que el gobernador ve en el desempeño económico nacional, y aun la falta de acuerdos políticos y de debido desempeño democrático, son asunto que los mexiquenses vivimos todos los días: aludir a la iniquidad soslayando la que con tanto esmero practica el propio gobierno del estado en materia económica, política y de servicios, es un ejercicio de insuperable cinismo. Hablar del estado de derecho, siendo el gobernante de una entidad federativa en la que las instancias de justicia (procuraduría y tribunales) son tan marcadamente enemigas de los ciudadanos, es mentar la soga en casa de 15 millones de ahorcados. ¿Ejemplos? Sobran; pero recordemos tan sólo la injusta prisión impuesta a luchadores sociales de Atenco, el escándalo provocado por el sucio manejo del procurador Bazbaz en el caso de la niña Paulette Gebara Farah y el hecho, terrible, de haber superado ya la cifra de feminicidios del sufrido estado de Chihuahua.

¿Cómo puede Peña Nieto asumirse defensor de la legalidad mientras priva a los municipios de la facultad constitucional de manejar a sus propias policías, al mismo tiempo que el Senado de la República señala las graves conductas de su policía estatal?
El distinguido periodista y maestro del oficio, Miguel Ángel Granados Chapa, señala lapidario en su artículo de hoy: " Peña Nieto privilegia las apariencias sobre la sustancia… En la carrera presidencial en que se encuentra permanentemente procura crearse una personalidad… [de]… estadista, [pero no puede]… ocultar el irremediable aldeanismo del reducto mexiquense".
Ya estamos muy vistos.

albertomacias@mirada-regional.com

domingo, 13 de junio de 2010

Salinas y Peña Nieto

http://www.eluniversal.com.mx/columnas/79680.html
Por: Ricardo Alemán

Se equivocan quienes creen que fue un error, un mal cálculo o un tropezón del gobernador mexiquense, que se le vincule con el clan Salinas o, incluso, que el propio Peña Nieto aparezca en plena convivencia con Carlos Salinas, como ocurrió ayer en un evento privado cuidadosamente hecho público


Confirman alianza y sus objetivos
El mexiquense, el fuerte para 2012


Se equivocan quienes creen que fue un error, un mal cálculo o un tropezón del gobernador mexiquense, que se le vincule con el clan Salinas o, incluso, que el propio Peña Nieto aparezca en plena convivencia con Carlos Salinas, como ocurrió ayer en un evento privado cuidadosamente hecho público.

En tiempo, forma y en el fondo, la fotografía que desde la tarde de ayer difundió EL UNIVERSAL —de Peña Nieto con Carlos Salinas— no es otra cosa que un potente mensaje político que —se debe insistir— está calculado con precisión milimétrica en tiempo, forma y fondo. En realidad, el mexiquense no cree que el vínculo con Salinas le reste activos hacia 2012, sino todo lo contrario; cree tener el mejor padrino. Pero vamos por partes.

El tiempo

El pretexto era lo de menos —una primera comunión—, lo importante era exhibir de manera pública y puntual la alianza de Enrique Peña con el ex presidente. ¿Por qué exhibirla precisamente el sábado 22 de agosto de 2009? Elemental: porque el lunes 24 de agosto de 2009 los diputados federales del PRI a la 61 Legislatura deben elegir a su nuevo líder parlamentario.

¿Y eso qué? Podría preguntar algún inocente. Bueno, pues resulta que el diputado federal mexiquense, Francisco Rojas, no sólo es la propuesta de Beatriz Paredes para jefaturar a los diputados del PRI a la 61 Legislatura, sino que será el puente entre el partido, el ex presidente Salinas y el más influyente de los grupos estatales de diputados dentro del PRI: el del estado de México. En San Lázaro, Paco Rojas será el vértice que enlazará a buena parte del PRI: el territorio, la institución y sus líderes. Todo eso se debían decir Salinas y Peña Nieto antes del lunes.

Y es que esa, la 61 Legislatura de San Lázaro —en la que el PRI recuperará una mayoría casi absoluta no sólo con sus siglas, sino a trasmano de verdes, elbistas y hasta petistas— será la plataforma del regreso del PRI al poder presidencial. Y en ese regreso la mano de Salinas será más “mano santa”, aunque otros ven “mano negra”.

LA FORMA

Como sea, a los ojos de todo el priísmo nacional —y claro, para los que quieran verlo— es un hecho que a partir de ayer sábado el hombre para 2012 es Peña Nieto, quien cuenta con todo el apoyo de Salinas, cuyo vínculo en San Lázaro será el salinista Francisco Rojas. Pero además está claro que cerraron filas en torno a ese objetivo los poderes alternos del PRI: el Senado que jefatura Manlio Fabio Beltrones, el PRI que encabeza Beatriz paredes, el SNTE y su ariete electoral, el Panal, que comanda Gordillo, y hasta un sector del PT, cuyo origen es salinista. El mensaje es claro y contundente.

Se mueven las piezas o se alinean los astros en dirección a Peña Niego. Pero también es cierto que para otros esa alineación es evidencia de la “perversa mano negra” de Salinas en la política y en el PRI —como si la política amarilla o azul no fueran también una porquería—, y hasta argumentan que se trata de un foco rojo para el país. Los malquerientes de Salinas y Peña Nieto tendrán en esa alianza suficiente munición para estigmatizar a Peña. Pero también alimentarán a favor del mexiquense las encuestas.

Para otros, claro, la alianza Salinas-Peña Nieto es una jugada política de fantasía; es la consolidación de un proyecto político ganador. Y es que si bien el encuentro de ayer entre Salinas y Peña Nieto —la ratificación de esa alianza política— confirma al PRI como el único partido con un proyecto político sólido para 2012, también es verdad que se confirma la guerra que veremos entre Salinas y Andrés Manuel López Obrador en la Cámara de Diputados, como advertimos aquí el 17 de agosto.

EL FONDO

En el fondo veremos “el regreso de los brujos”. Es decir, la reedición de una pelea político-electoral intramuros del PRI, que no se ha resuelto a la vuelta de casi tres décadas, y que tiene su origen en la gran fractura del PRI entre 1986-1987, que empujó a Cárdenas y Muñoz Ledo fuera del PRI —junto con muchos otros—, que dio origen al FDN y luego al PRD, que ocasionó una perversa persecución y el crimen de cientos de perredistas, que catalizó el crimen de Colosio, la disputa de Manuel Camacho contra Salinas, y que a partir de hoy y hasta julio de 2012 se reeditará en todos los frentes.

Tres perlas —que desarrollaremos en próximos días— muestran de manera ejemplar la pelea del grupo de Salinas por el regreso al poder. Detrás del escándalo de Acteal, de la vergüenza por la justicia fallida, está parte de la venganza de Salinas contra Zedillo. Detrás de la renovación de la Comisión de Derechos Humanos del DF, está el grupo Salinas que empuja a un pillo con bandera de transparente: Ernesto Villanueva. Y en el crimen de Armando Chavarría, en Guerrero, el perredismo histórico ve el regreso de caciques políticos, de horca y cuchillo, que reiniciaron la persecución del PRD. Lo curioso es que si durante el salinismo Camacho y Ebrard persiguieron a los amarillos, hoy serán perseguidos. ¿Por quien? Sí, por el salinismo. Parte de los carniceros de ayer, son las reses de hoy. Al tiempo.