jueves, 17 de junio de 2010

Peña Nieto: juego de sombras

Peña Nieto: juego de sombras

Por: Alberto Raúl Macías.
http://www.mirada-regional.com/html/pena_juego.html

Enrique Peña Nieto despliega un notorio esfuerzo por proyectar una imagen de gran político. Desarrolla una campaña para alcanzar la candidatura priísta a la presidencia de la república que es cada vez más abierta.

Su trayectoria hasta antes de ser gobernador del Estado de México era, por decir lo menos, limitada y de muy discretos alcances. Saltó a los primeros niveles del mundo político mexiquense cuando el ex gobernador Arturo Montiel, su tío y miembro destacado del grupo Atlacomulco, lo nombró su secretario de finanzas. Tras ese entrenamiento en las altas esferas de la burocracia estatal, Peña Nieto fue llevado por el propio Montiel a una diputación local, desde la cual fue tejiendo, en seguimiento de la voluntad y los planes de su tío, los amarres necesarios para convertirse en gobernador.

Su paso por la gubernatura del estado ha confirmado la línea política que, en general, ha sido impuesta desde Toluca en toda la entidad: unas pocas zonas con desarrollo y mucho olvido para el resto del estado.

Al inaugurar el Segundo Foro de Reflexión Compromiso por México, Peña Nieto dijo que nuestro país necesita una reforma económica que garantice el crecimiento sostenido, pero, aclaró, para lograrlo se requieren decisiones políticas del más alto nivel y con el mayor consenso posible.

El gobernador criticó el bajo desempeño de la economía durante los gobiernos panistas ("la última década") que ha colocado a México entre las 20 naciones con mayor desigualdad del mundo. Utilizando con marcada intencionalidad las palabras que integraron su discurso postuló la necesidad del consenso para lograr el crecimiento con equidad "en las siguientes décadas". Precandidato, como ya se asume abiertamente a partir de este discurso, aconseja explícitamente lo que se debe hacer "para abrir ventanas de oportunidad y desarrollo para todos".

Habló de la generación de riqueza y su distribución como única vía para abatir la pobreza y la marginación que "lamentablemente siguen lacerando a nuestro país".
Aconsejó contener el gasto corriente para fortalecer el gasto público en inversión, eliminar los sub ejercicios presupuestales y fomentar la inversión privada, sobre todo en infraestructura, y habló de reformar "de manera decidida las instituciones públicas". Lamentó que nuestro “pobre desempeño económico lleve a que en la década reciente, en promedio, cada año 220 mil mexicanos busquen mejores horizontes de vida fuera de nuestras fronteras”.

Ante un auditorio conformado por representantes de los poderes del Estado, diputados locales y federales, senadores de la república, presidentes municipales, empresarios, servidores públicos y dos premios Nobel de Economía, Peña Nieto asumió un papel con el que, deliberadamente, busca proyectar la imagen de hombre bueno que mira por las siguientes generaciones y no sólo la de un político con las mezquinas e inmediatas motivaciones de lo electoral.

Por su parte, el ex gobernador César Camacho Quiroz, coordinador de estos Foros, postuló en entrevista que es necesario contar con un gobierno inteligente con el respaldo de los sectores social y privado para generar la riqueza y distribuirla debidamente; que sea conocedor del mercado, mas no sumiso al mismo; respetuoso de la libertad, aunque comprometido con el bienestar general; cobijado por un sistema jurídico y de justicia que permita la confianza mutua y genere certeza…”.

Por su parte, los premios Nobel, Paul Krugman y Eric Maskin, señalaron que el principal problema económico en nuestro país es la desigualdad en la distribución de la riqueza. Destacaron el contraste que se establece al ser México uno de los primeros países que logró importantes acuerdos comerciales con las potencias económicas del hemisferio occidental, y el hecho de que no haya mejorado, sino empeorado la calidad de vida de los mexicanos.

Krugman evitó la palabra fracaso: " a México le falta mucho para convertirse en una historia de éxito”. Maskin, atribuyó a la desigualdad en la distribución de la riqueza la inestabilidad económica y denunció: " Los salarios de los trabajadores bajaron como resultado de aquel acuerdo comercial [el Tratado de Libre Comercio de América del Norte]”.


Llama la atención la manera directa en que se expresan los dos distinguidos economistas y el lamentable contraste que se forma con las vueltas que Peña Nieto le da al tema, para no tener que asumir que esta decena de fracasos económicos es, en rigor, la deliberada continuación del ciclo de gobiernos saqueadores encabezados por su partido, iniciado por Miguel de la Madrid en 1982, aunque liderado por Carlos Salinas ya desde el gobierno de su antecesor, y hasta la fecha.

Todas las graves fallas que el gobernador ve en el desempeño económico nacional, y aun la falta de acuerdos políticos y de debido desempeño democrático, son asunto que los mexiquenses vivimos todos los días: aludir a la iniquidad soslayando la que con tanto esmero practica el propio gobierno del estado en materia económica, política y de servicios, es un ejercicio de insuperable cinismo. Hablar del estado de derecho, siendo el gobernante de una entidad federativa en la que las instancias de justicia (procuraduría y tribunales) son tan marcadamente enemigas de los ciudadanos, es mentar la soga en casa de 15 millones de ahorcados. ¿Ejemplos? Sobran; pero recordemos tan sólo la injusta prisión impuesta a luchadores sociales de Atenco, el escándalo provocado por el sucio manejo del procurador Bazbaz en el caso de la niña Paulette Gebara Farah y el hecho, terrible, de haber superado ya la cifra de feminicidios del sufrido estado de Chihuahua.

¿Cómo puede Peña Nieto asumirse defensor de la legalidad mientras priva a los municipios de la facultad constitucional de manejar a sus propias policías, al mismo tiempo que el Senado de la República señala las graves conductas de su policía estatal?
El distinguido periodista y maestro del oficio, Miguel Ángel Granados Chapa, señala lapidario en su artículo de hoy: " Peña Nieto privilegia las apariencias sobre la sustancia… En la carrera presidencial en que se encuentra permanentemente procura crearse una personalidad… [de]… estadista, [pero no puede]… ocultar el irremediable aldeanismo del reducto mexiquense".
Ya estamos muy vistos.

albertomacias@mirada-regional.com

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